Al actor no le importa la obra. Usa el escenario para develar ante su publico los secretos de su profesión. Despliega un exhibicionismo tan falso que sus mentiras revelan verdad y su realidad, ficción. Él sigue a sus seguidores, es fan de sus fans, todos anhelan ser protagonistas. Como un espejismo que se replica hasta el infinito, encandila. Es un espectáculo sobre el espectáculo. Sobre la vida como espectáculo.