Miguel, un profesor de literatura amante de Larra que no soporta a sus alumnos, despierta en la misma habitación de hospital que Clara, una joven que ha olvidado como sonreír. Ambos detestan su vida y el mundo en general y, por ello, están deseando salir de allí para acabar lo que dejaron a medias. Pero para poder marcharse, deben engañar a la doctora y, aunque no se soportan el uno al otro, se necesitan para lograrlo. Nuestra comedia trata un tema que durante muchos años ha sido tabú: el suicidio. Consideramos que el humor es capaz de transformar la realidad a través del ingenio, exagerando los elementos absurdos e incongruencias de la vida, además de ser sanador. Esta es una historia de amistad poco corriente, una comedia que refleja cómo los lazos afectivos pueden surgir en las situaciones más inesperadas y disparatadas.